PATIO DE
Lydia y Juanito se observan el uno al otro.
JUANITO
- ¡Lydia! Estas igual que siempre. ¡No sos un palito!
LYDIA
- ¡Vos tampoco! ...Erm... bueno, un palito no... más bien un palo.
Sorprendidos, miran a Hipocondria.
HIPOCONDRIA
- Ah, si. Me olvidé de decirles que el Hemorrageus sólo ataca cuando el paciente se mira al espejo justo después de que el objeto se rompa.
JUANITO
- ¡Uff! Que alivio que no había ningún espejo.
LYDIA
- Pobre Guly. Parecía la gran solución.
HIPOCONDRIA
- Podríamos decirle que se contagió, y el poder de la sugestión lo haría adelgazar igual.
JUANITO
- ¿La sujeción? O sea que si adelgaza, no va a poder sujetar sus pantalones, ¿no?
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